Un padre entra al cuarto de su hija y encuentra sobre la cama un vibrador. Angustiado decide, tras mucho pensarlo, enfrentar directamente el tema con su hija. Cuando ella llega del colegio le dice:
- Hija mia, quiero que hablemos de esto (mostrándole el objeto). ¿Puedes explicarme qué significa?
Es sencillo -aclara la dulce criatura– Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este vibrador por varias razones: no debo chuparlo para que se ponga duro, no me contagia de SIDA, me lo hace cuando yo quiero, por donde quiero y a cualquier hora sin necesidad de andar rogando, no me embaraza y lo más importante... Cuando no estoy dispuesta al sexo, no me pone los cuernos, por lo que he decidido que sea mi pareja.
El padre la mira seriamente pensando en su interior que ella tiene algo de razón, y decide dejarla seguir con su vibrador. Días después la hija llega del colegio y al entrar al salón ve a su padre con un vaso de licor en una mano y con el vibrador en la otra. La chica lo mira aterrada y le exclama:
- ¡¿Papá, qué haces con mi vibrador?!
El padre, que estaba muy entonado, la mira con los ojos vidriosos y la lengua medio enredada y le dice:
- ¿Qué pasa, es que no puedo tomarme un whisky con mi yerno?
Es sencillo -aclara la dulce criatura– Tú me has enseñado que debo tener una sexualidad responsable y por lo mismo he decidido dar rienda suelta a mi alboroto hormonal con este vibrador por varias razones: no debo chuparlo para que se ponga duro, no me contagia de SIDA, me lo hace cuando yo quiero, por donde quiero y a cualquier hora sin necesidad de andar rogando, no me embaraza y lo más importante... Cuando no estoy dispuesta al sexo, no me pone los cuernos, por lo que he decidido que sea mi pareja.
El padre la mira seriamente pensando en su interior que ella tiene algo de razón, y decide dejarla seguir con su vibrador. Días después la hija llega del colegio y al entrar al salón ve a su padre con un vaso de licor en una mano y con el vibrador en la otra. La chica lo mira aterrada y le exclama:
- ¡¿Papá, qué haces con mi vibrador?!
El padre, que estaba muy entonado, la mira con los ojos vidriosos y la lengua medio enredada y le dice:
- ¿Qué pasa, es que no puedo tomarme un whisky con mi yerno?
8 comentarios:
jajajajaja que buen suegro!!
y la foto! asu! que tal arte!!! se nota que la chica se esmera bastante!!
Nunca mejor dicho que eso es un "tronco"!
jajajajajajaja
Eso si es ser resposable!
Imagino que después lo barniza, digo el vibrador...
Jajajajaja eso es un suegro! Ya lo veo en el casamiento, regalándoles unas baterías jajaja
Jajaja buenas razones para usar un vibrador, eh? jajaja El profesor Yogur, de nuevo... Un saludO, detrás del Click...
jejejeje, el mejor yerno.... no discute, no se enfada, y la hija tan contenta, jejejejeje. Muy bueno.
Pero pero pero... ¿y los hombres qué hacemos ahora con esta cosa que tenemos colgando? Bueno, a enrollar los 40cm y a guardarla.
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