Los terroríficamente ingeniosos muñecos de nieve de Calvin y Hobbes ;D

Hoy os voy a comentar una de las más extrañas aficiones de uno de mis personajes de cómic favoritos. Y... ¿Quién es ese personaje?

Se trata del pequeño Calvin, un niño bastante travieso (Genial invención de Bill Waterson), dotado de una imaginación prodigiosa (Y algo perversa). El muchachito siempre va acompañado de su inseparable Hobbes un tigre que los mayores ven como un muñeco de peluche pero que, para él, es completamente real y además es su mejor compañero de aventuras.

Una de las diversiones navideñas preferidas de Calvin es hacer muñecos de nieve. 'Le gusta hacer lo mismo que a todos los niños' pensaréis, pero no. Nada más lejos de la realidad. Calvin lleva su afición más allá y sus muñecos de nieve son más propios de una (Divertidísima) película de terror que de un juego infantil.

No es difícil ver como, en manos de Calvin, un trozo de nieve se convierte en un suicida convencido.

Sus originales creaciones viven presas de las más terribles desgracias.

Y, no precisamente pocas veces, sus muñecos de nieve acaban mutilados.

Por supuesto, sus padres no están nada de acuerdo con las curiosas aficiones de su inquieto hijo y suponen un claro obstáculo a su creatividad.

Aunque Calvin jamás se da por vencido.

¿Quién sabe si algún día los muñecos de nieve buscarán venganza?

(Esta escena te la imaginas con la música de 'Psicosis' y tiene que dar un miedo tremendo)