Antes me llamaba Micifú pero eso forma parte de mi pasado.
Lo que voy a relataros es mi historia.
La historia de un gato que era tremendamente infeliz.
Siempre estaba nervioso, intranquilo, temeroso a causa de los malvados perros.
Y mi dueña...
Mi dueña me sometía continuamente a la más terrible de las torturas a las que se le puede someter a un gato:
¡La ducha! º_º
(¿Por qué me haces esto?)
¿Comprendéis ahora mi pesar, mi llanto, mi sufrimiento?
Vivía en un sinvivir constante.
Rezando para sobrevivir y poder ver el día siguiente...
Y entonces apareció él, mi esperanza, mi maestro:
El Gato Miyagi.
Mi sensei me enseño todo lo que sé.
(Y luego toca limpial clistales)
Y dejé a un lado mi antiguo yo. Ahora ya no me llamo Micifú, podéis llamarme...
¡¡¡¡GATI CHAN!!!!
Y así, finalmente, siguiendo fielmente las enseñanzas de mi maestro, me libré del acoso de los perros...
Y seguro que os preguntaréis:
¿También te vengaste de tu dueña?
Bueno, digamos que sabe muy bien cómo hacerse perdonar ;P
Post dedicado a Valaingaur.