Crónica de un veraneo anunciado.

¡Hola, pandilla! ¿Todo bien? :D

Yo haciéndome a la idea de que se han acabado las vacaciones. Me lo he pasado tan bien que da pena dejarlas atrás. Y pensar que cuando comenzaron estuve reacio a tomármelas...

(¿Adicto al ordenador, dices? ¬_¬º ¡En absoluto!)

Aunque fue cosa de un primer arrebato momentáneo, luego ya me sumergí en el fascinante mundo de la vagancia, el levantarse tarde y el no hacer la ‘O’ con un canuto.

Pillamos un apartamento con piscina al ladito del mar, que así si un día no te apetece rebozarte en la arena te refrescas igualmente y es todo más limpio. Eso si, por mucho que en la piscina es complicado encontrarse con un calamar gigante o un tiburón con hambre, ciertamente también tiene sus peligros, de hecho, tuvimos que hacer frente a un tremendo Tsunami.


Además, en la piscina pasaba de todo, hasta organizaron una competición de estilos de salto que dejó momentos realmente espectaculares.

(Mas que saltar ha despegado cual cohete ¡Fiuuu! XD)

Obviamente también estuve en la playa, impregnándome del aroma a salitre, los baños de sol y disfrutando de profundos chapuzones en el mar.

Aproveché para hacer un poco de deporte aunque al principio tuve mis dudas a la hora de escoger.

No sabía si practicar voleibol…

o un poco de footing por la playa...

Ya, si acaso, os cuento otro día lo que decidí ;P

Bueno, os dejo por hoy, que tengo la nevera vacía y he de irme corriendo a hacer la compra antes de que me cierren el supermercado.

¡Saludetes a tod@s!

^__^

PD: Es bueno estar de vuelta para reencontrarse con los amigos ;)